Thursday, August 12, 2010

¿Qué ves cuando estás frente al espejo? Un reguero de defectos con una lista interminable de productos que en algún momento alguien te recomendó para mejorar tu apariencia o ves toda una obra de arte del Creador de los cielos y la tierra? La radio, las revistas, la tele, los amigos, la familia y la Biblia compiten directa o indirectamente para influenciar qué pensamos acerca de nosotros mismos. Todos quieren sentar las bases de nuestra IDENTIDAD, y lo que piensas cuando estás frente al espejo te da una idea de quién está ganando la batalla.

Nuestra familia pocas veces espera que alcancemos mucho más de lo que lograron nuestros padres. Nuestros amigos pueden ser portavoces voluntarios de los diseñadores europeos y en la iglesia se empeñan en que adoptemos las socialmente poco valoradas actitudes de Cristo. Las primeras nos premian con aceptación temporal, pero ¿qué ganamos con imitar a Cristo? ¿Burla? ¿Crítica? ¿Enemigos? ¿Soledad?

La Biblia asegura que basar nuestra identidad en Cristo no sólo nos hace ganar puntos celestiales, sino que también produce en nosotros una estima propia saludable. Para lograrlo, 1) establece una relación estrecha con Dios para identificar los talentos y habilidades que El te dio. 2) Acepta la responsabilidad de cada una de las decisiones que tomes para desarrollar esos talentos y habilidades. Recuerda que esas decisiones deben ser consultadas previamente con Dios. 3) Confía en que Dios te está guiando para desarrollar tu potencial al máximo.
 
A continuación, la verdad sobre las imágenes"perfectas" que nos venden los medios:


¡Buen viaje!

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